Nos encontramos en Setiembre, mes para elegir extraescolares. Muchos padres, debido a sus horarios laborales, organizan las vidas de sus pequeños sin tener en cuenta lo que realmente les gusta. Seleccionan las actividades que harán los niños cuando salgan de clase. Cada vez hay más variedad de extraescolares, pero también cada vez son más los padres que creen que la mejor extraescolar es jugar.
A todos los papás y las mamás: “el juego no es una pérdida de tiempo, sino que facilita muchos aprendizajes”. La mejor manera para que el niño aprenda es jugando, ya que aprenden sin darse cuenta, sin tener que pensar si les interesa o no aquello que están haciendo. Son muchos los psicólogos que hablan de que los niños llevan una vida sobrecargada con actividades dirigidas y supervisadas por adultos. ¿Qué tal si les dejamos ser un poco más libres?
También es verdad, que hay padres que eligen hacer que sus hijos hagan muchas extraescolares para ser adultos muy bien preparados en un futuro, pero la verdad es que en el juego aprenden un montón de habilidades sociales y creativas que seguro que en un futuro les harán falta. Para los niños, jugar es poner en marcha su imaginación, plantearse retos, objetivos, pactar, cumplir sus propias normas, aprender a tener paciencia y ponerse en el lugar de los compañeros.
¿Y qué me decís de los juguetes educativos? Cuando los niños son aún pequeños, puede que no tengan todavía la habilidad suficiente para crear juegos de rol. Durante las edades en que los niños son más pequeños, la mejor opción es dejar que jueguen libremente con juguetes que puedan enseñarles y educarles poco a poco. Hay cantidad de juguetes inventados para jugar en casa o al aire libre, para mantener a tus hijos libres sobre unas pautas. Los juguetes educativos, como los que te recomendamos que visites en el enlace, son una buena opción para aprender de la forma más rápida y divertida.
Los informes de las consultoras especializadas en juego revelan que el propio juego se ha convertido en un bien escaso y que realmente los padres no conocen sus grandes beneficios, y hoy vamos a decirte cuáles son:
- Enseña: el juego es un ensayo para la vida adulta. Cuando los niños juegan a hacer ver que tienen una tienda, o a mamás y papás, o a pasear las muñecas… están poniendo a prueba recursos que serán fundamentales para crecer.
- Se transmiten valores: jugar con otros niños exige negociar y pactar. Incluso aprender a perder y ganar.
- Desarrolla la creatividad: el juego lo admite todo, desde inventarse lugares, hasta elegir reglas… así se potencia la imaginación y la creatividad.
- Mejora la autoestima: el hecho de organizarse de forma autónoma, ya sea jugando libremente o a través de juegos, les produce satisfacción.
- Fija los aprendizajes: jugar permite asimilar y poner en marcha conocimientos adquiridos, además de experimentar por sí mismos lo que en la escuela o en casa les han explicado.
- Ayuda a la comunicación: mientras los niños descubren juegos, aprenden cómo jugar o discuten sobre qué historia se van a imaginar, se organizan sin darse cuenta para poner en marcha el juego y aprenden a expresarse.
- Ayuda a los niños a socializarse: jugar supone aceptar las normas, saber resolver problemas, tomar decisiones, liderar… En resumen, se aprende a interactuar con otros niños, ya sea escuchando, discutiendo e incluso peleándose.
Esperamos que este artículo te haya sido de gran ayuda para darte cuenta que a veces, nos empeñamos a que los hijos hagan lo que nosotros queremos que hagan y no lo que ellos realmente quieren. Dejar que jueguen libremente es siempre una opción acertada.